Para quienes estéis cansados de ir a restaurantes donde el programa de ‘actos’ es siempre el mismo (comer, pagar y largarse), he aquí tres opciones distintas, de las que te ofrecen algo más que gastronomía. Para levantar la vista del plato y disfrutar del ‘show’.
Spoonik
Este restaurante del colombiano Jon Giraldo y el mexicano Jaime Lieberman es otra cosa. Podría decirse que es más que un restaurante, y que lo que allí se cuece es más que un espectáculo. Los chefs tienen ambición artística en la presentación de los platos, en los que ofrecen una solvente mirada vanguardista a la cocina sudamericana desde la perspectiva mediterránea, y eso lo trasladan a lo que sucede alrededor de los comensales. Desde proyecciones audiovisuales en la mesa hasta la actuación de una soprano, pasando por ponerte unos auriculares para escuchar el mar mientras pruebas una ostra, todo vale para convertir una experiencia gastronómica (no hay carta, sino menú degustación) en algo más. Calle Bertran, 28 – Barcelona. www.spoonik.com
Casino Barcelona
No hay nada igual en Barcelona. Cenas en un restaurante no muy grande, pruebas platos elegantes y modernos, bebes vinos de una buena bodega (Peralada) y, a la hora del café, en vez de charlar con tu pareja o con tus amigos, asistes a un concierto en pequeño formato, ya sea de Sole Giménez, Coti, Chenoa y Kylie Eastwood. En la agenda de lo que queda de año quedan Chenoa (29 de octubre y 5, 12 y 19 de noviembre) y Kylie Eastwood (26 de noviembre). Sala Cotton Club de Casino Barcelona. Calle Marina, 19-21 – Barcelona. www.casinobarcelona.es
El Mama y La Papa
El nombre es divertido, el local es divertido, su propuesta gastronómica es divertida. Así que, ya puestos, ¿por qué no llamarle El Mama y La Papa y La Cantante y El Trapecista y El Payaso? Porque este restaurante que a veces se convierte en un cabaret tiene todos estos artistas amenizando las pitanzas. Igual sale una chica demostrando que tiene voz de sobras para que acabes aplaudiendo sinceramente, como un chico colgado de un aro en lo alto de este local de 700 metros cuadrados. Ah, y la comida también es entretenida: los platos del mundo que allí se sirven llevan la firma del chef Álvaro Garcés, que estuvo en el restaurante Loidi (en el Hotel Condes de Barcelona), igual que los ‘brunchmut’ (‘palabro’ que mezcla brunch y vermut). Pasaje Pere Calders, 2-4 – Barcelona. @elmamabarcelona